LOS ENOJOS (Parte III)
Hasta tanto no podamos perdonar, soltar, a la persona dañina, al eje de nuestro odio y rencor, no estaremos preparados para disfrutar del verdadero amor.
El verdadero amor es reconciliación, para que haya reconciliación es imprescindible el perdón.
Solo cuando tengo el perdón, puedo tomar el protagonismo en mi propia vida, recuperar mi propio eje y reconocer que a partir de allí mi amor saldrá acompañado de paz y de contención.
Mientras no logre perdonar, nada ni nadie podrá contenerme. Mi furia y mi agitación, podrán enfermarme, darme cuadros clínicos, mandarme a un estado de aislamiento porque no tengo en mi interior un sentimiento positivo favorable.
Hasta que no perdone a otros, ya sea a mi padre, a mi madre, a mi hermano o a quien sea. Hasta que no logre soltar esas personas que han hecho que la experiencia de amor en mi vida haya sido equivocada, no podré estar madura/o para dar un sentimiento de amor auténtico, sin sentirme víctima frente a la vida y a mí mismo/a.
Sumaré reclamos y exigencias, porque el odio acompaña a la rebelión. Si no perdono, la desconfianza será un sentimiento permanente que no me permitirá tener sueños ni objetivos permanentes.
La reconciliación y el perdón son fundamentales para mi propia salud, para que yo pueda vivir en libertad.
Tarea Nº 1:
Hacer una lista de personas con las cuales está enojado/a. A la cabeza deberá poner el nombre de su padre y de su madre. Es importante que comience a reconocer qué marca tiene su espíritu por el dolor que tuvo en alguna etapa de su vida.
Deberá trabajar con la historia de su madre, con su incapacidad, tal vez, de amar, por inmadurez, porque no pudo disfrutar de sus hijos al no poder madurar su crecimiento emocional. Se pelea con sus hijos, no los protege, no los cuida. Exige todo el tiempo.
Tal vez el modelo de mamá que usted tuvo fue una señora crecida, pero que actuaba como una niñita caprichosa que en vez de resolver, se enojaba.
Las mamás inmaduras dejan en sus hijos, la cabeza atrapada en el enojo durante toda la vida.
Puede ser que esté muy enojada con su mamá o papá, no importa si están vivos o no.
Esa experiencia deberá ser re-analizada, voy a tener que soltar ese modelo reconociendo que mamá o papá me dieron lo que recibieron, lo que pudieron. Sus padres les dieron “eso”.
Vamos a estar trabajando con esto del amor:
* Cómo sale mi amor.
* Si mi amor sale con castigo, con crítica, con exigencia, con discusiones (que es la proyección en el otro de mis enojos internos).
* Analizaremos nuestro presente a la luz de los modelos de amor que hayamos observado en nuestra primera familia.
Si usted tiene enojos, el problema lo tiene usted, no es el otro. Hay situaciones de odio, de rencor, hay actitudes de enfrentamiento que no han sido resueltos y por eso está arruinando el amor.
Tarea Nº 2:
Si usted es cristiano, podrá hacer la siguiente tarjeta y la repetirá muchas veces: (haga el gesto de cortar). En pocos días, notará el alivio.
YO CORTO CON LA ESPADA DEL ESPÍRITU SANTO TODO ENOJO MÍO HACIA MI MADRE Y TODO ENOJO DE MI MADRE HACIA MÍ.
Lo mismo hará con su padre. Imagínese que tiene una espada poderosa. La espada del Espíritu Santo corta sentimientos y el enojo, es un sentimiento. Corte todo enojo hacia su padre y de su padre hacia usted. También corte todo enojo hacia sus hijos, cónyuge (actual o ex).
CORTO AHORA CON LA ESPADA DEL ESPÍRITU SANTO TODO ENOJO, IRA, FURIA, RABIA, DESPRECIO MÍO HACIA MIS HIJOS Y DE MIS HIJOS HACIA MI.
Si usted no es cristiano, use la espada que quiera pero simplemente corte. Va a hacer este ejercicio persona por persona todos los días. Lo va a repetir antes de dormir y a la mañana.
Cuando usted duerme, el enojo aparece, y al otro día amanece depresiva, sin ganas.
Corte, durante esta semana y hágalo por lo menos dos meses. Acostúmbrese a vivir sin resentimientos y sin enojos.
Acostúmbrese a vivir aliviado. Esta tarea funciona, deberá comprometerse para hacerla. Si quiere crecer y tener una cabeza cargada de paz, de alegría, de sentimientos positivos.
Prepare su cabeza para recibir lo mejor. Desaloje de su cabeza esas raíces que le absorben la energía y le quiebran el estado de ánimo.
Ya no diga más, que es el otro el que tiene la culpa, ya no hay más excusas para no mejorar nuestra calidad de vida.
El verdadero amor es reconciliación, para que haya reconciliación es imprescindible el perdón.
Solo cuando tengo el perdón, puedo tomar el protagonismo en mi propia vida, recuperar mi propio eje y reconocer que a partir de allí mi amor saldrá acompañado de paz y de contención.
Mientras no logre perdonar, nada ni nadie podrá contenerme. Mi furia y mi agitación, podrán enfermarme, darme cuadros clínicos, mandarme a un estado de aislamiento porque no tengo en mi interior un sentimiento positivo favorable.
Hasta que no perdone a otros, ya sea a mi padre, a mi madre, a mi hermano o a quien sea. Hasta que no logre soltar esas personas que han hecho que la experiencia de amor en mi vida haya sido equivocada, no podré estar madura/o para dar un sentimiento de amor auténtico, sin sentirme víctima frente a la vida y a mí mismo/a.
Sumaré reclamos y exigencias, porque el odio acompaña a la rebelión. Si no perdono, la desconfianza será un sentimiento permanente que no me permitirá tener sueños ni objetivos permanentes.
La reconciliación y el perdón son fundamentales para mi propia salud, para que yo pueda vivir en libertad.
Tarea Nº 1:
Hacer una lista de personas con las cuales está enojado/a. A la cabeza deberá poner el nombre de su padre y de su madre. Es importante que comience a reconocer qué marca tiene su espíritu por el dolor que tuvo en alguna etapa de su vida.
Deberá trabajar con la historia de su madre, con su incapacidad, tal vez, de amar, por inmadurez, porque no pudo disfrutar de sus hijos al no poder madurar su crecimiento emocional. Se pelea con sus hijos, no los protege, no los cuida. Exige todo el tiempo.
Tal vez el modelo de mamá que usted tuvo fue una señora crecida, pero que actuaba como una niñita caprichosa que en vez de resolver, se enojaba.
Las mamás inmaduras dejan en sus hijos, la cabeza atrapada en el enojo durante toda la vida.
Puede ser que esté muy enojada con su mamá o papá, no importa si están vivos o no.
Esa experiencia deberá ser re-analizada, voy a tener que soltar ese modelo reconociendo que mamá o papá me dieron lo que recibieron, lo que pudieron. Sus padres les dieron “eso”.
Vamos a estar trabajando con esto del amor:
* Cómo sale mi amor.
* Si mi amor sale con castigo, con crítica, con exigencia, con discusiones (que es la proyección en el otro de mis enojos internos).
* Analizaremos nuestro presente a la luz de los modelos de amor que hayamos observado en nuestra primera familia.
Si usted tiene enojos, el problema lo tiene usted, no es el otro. Hay situaciones de odio, de rencor, hay actitudes de enfrentamiento que no han sido resueltos y por eso está arruinando el amor.
Tarea Nº 2:
Si usted es cristiano, podrá hacer la siguiente tarjeta y la repetirá muchas veces: (haga el gesto de cortar). En pocos días, notará el alivio.
YO CORTO CON LA ESPADA DEL ESPÍRITU SANTO TODO ENOJO MÍO HACIA MI MADRE Y TODO ENOJO DE MI MADRE HACIA MÍ.
Lo mismo hará con su padre. Imagínese que tiene una espada poderosa. La espada del Espíritu Santo corta sentimientos y el enojo, es un sentimiento. Corte todo enojo hacia su padre y de su padre hacia usted. También corte todo enojo hacia sus hijos, cónyuge (actual o ex).
CORTO AHORA CON LA ESPADA DEL ESPÍRITU SANTO TODO ENOJO, IRA, FURIA, RABIA, DESPRECIO MÍO HACIA MIS HIJOS Y DE MIS HIJOS HACIA MI.
Si usted no es cristiano, use la espada que quiera pero simplemente corte. Va a hacer este ejercicio persona por persona todos los días. Lo va a repetir antes de dormir y a la mañana.
Cuando usted duerme, el enojo aparece, y al otro día amanece depresiva, sin ganas.
Corte, durante esta semana y hágalo por lo menos dos meses. Acostúmbrese a vivir sin resentimientos y sin enojos.
Acostúmbrese a vivir aliviado. Esta tarea funciona, deberá comprometerse para hacerla. Si quiere crecer y tener una cabeza cargada de paz, de alegría, de sentimientos positivos.
Prepare su cabeza para recibir lo mejor. Desaloje de su cabeza esas raíces que le absorben la energía y le quiebran el estado de ánimo.
Ya no diga más, que es el otro el que tiene la culpa, ya no hay más excusas para no mejorar nuestra calidad de vida.
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