miércoles, 6 de abril de 2016

Eleguir un velero

Vela y Aventura: elegir el barco

La pregunta del millón….  En muy pocas ocasiones el barco adecuado es el barco perfecto, ya que debemos valorar aspectos tan importantes como el precio o la disponibilidad.  Lo importante es saber cual es el más razonable a nuestras necesidades.
Debemos hacernos algunas preguntas esenciales a las que debemos responder de forma meditada y realista. Para cada proyecto existe un barco diferente y que en muchos casos no dependerá del presupuesto. Para hacer un largo viaje debemos saber por cuanto tiempo vamos a navegar, cuales serán las etapas más largas, las zonas del mundo que recorreremos, con cuantos tripulantes, y que tipo de vida vamos a realizar a bordo.



Monocasco o Catamarán


La primera gran decisión a tomar será la de elegir un velero monocasco o un bien catamarán.

El multicasco ofrece muchas ventajas para los amigos tragamillas, como una habitabilidad impresionante, la comodidad durante la navegación sin escora, el reducido calado que permite acceder a lugares impensables o incluso la posibilidad de vararse en una playa.

Pero en puerto tendremos que pagar una plaza y media más de la que nos correspondería por la eslora, esto en caso de encontrar marinas que nos admitan… A igualdad de eslora, el precio de un catamarán estará por encima del 30 ó 40% más caro, aunque esto no significa nada, pues también a igualdad de eslora, el espacio y habitabilidad son significativamente mayores.

   

Los monocascos indudablemente navegan mejor, especialmente en vientos de ceñida, a excepción de algunos modelos con orzas largas y profundas que permiten remontar el viento casi tan bien como los monocascos. Con mala mar, el monocasco es más cómodo.


Si piensa hacer largos recorridos por el mundo debemos considerar la posibilidad de catamarán como muy válida, especialmente si pensamos navegar en rutas por los trópicos empujados la mayor parte del tiempo por alisios. (más información en el artículo "Monocasco o Catamarán, ¿sabría decidir?")




La eslora adecuada

Otra pregunta del millón… De las más difíciles y cuya respuesta dependerá del numero de tripulantes que navegarán y naturalmente de la solvencia de nuestra cuenta corriente!
Pero tenga presente que con los pequeños veleros los problemas también serán pequeños, y que los barcos grandes además de ser extremadamente más caros también tendrán otras dificultades como la imposibilidad de realizar una maniobra apretada, o simplemente no poder entrar en una pequeña cala en la que fondear por exceso de calado. El mantenimiento también se dispara con la eslora y lo recordará cuando tenga de cambiar velas, o simplemente pagar los amarres.
Si es su primer barco, sin ninguna duda la elección adecuada es la del barco de serie de grandes fabricantes. Fabricarse un "custom" o barco a medida requiere haber navegado muchos miles de millas para saber decidir lo que más nos interesa. El barco de serie además es mucho más fácil de vender en el mercado de ocasión cuando decidamos cambiarlo por otro.
Lo único cierto es que NO existe una eslora ideal, y hay navegantes que han dado la vuelta al mundo en un 7 metros y otros que con 17 metros de eslora no se han alejado más de 50 millas de su puerto base.
Pero por poner un ejemplo; para 4 personas, entre 11 y 12 metros conseguirá una eslora adecuada capaz de ofrece una cómoda, habitabilidad y capacidad para navegar millas, pudiendo ser todavía considerado como un barco medianamente pequeño y por tanto no excesivamente caro de mantener.
A partir de 13 metros los obenques empiezan a crecer de sección de forma importante, las velas aumentan notablemente de superficie y por tanto de precio. El peso del ancla ya se hace inmanejable a mano. Los presupuestos de mantenimiento crecen de forma alarmante...
Pero también crece significativamente el volumen interior y por tanto el confort. La independencia frente a los demás tripulantes, los espacios separados… las cosas dejan de estar apiñadas las unas encima de las otras.
Por otro lado y gracias a la evolución tecnológica, incluso los mayores veleros pueden ser llevados con tripulación reducida (e incluso en solitario). Para ello han surgido las ayudas técnicas como los winches eléctricos, los reenvíos con frenos de fácil manejo, y toda la electrónica digital. El caso más extremo lo encontramos con un increíble velero de 80 metros de eslora (El Halcón Maltés) cuyo precio es de 75 millones de Euros, y que puede ser controlado por una sola persona gracias a todos sus automatismos.
El Halcón maltés: Tres palos, velas revolucionarias, 25 nudos de crucero, todo automatizado, 80 metros de eslora, 75 millones de euros...

El tipo de quilla
Las carenas han cambiado de forma notablemente en los últimos años en la búsqueda por las altas prestaciones y buenas velocidades. Pero si el barco es para hacer largos recorridos, no es tan importante hacer un nudo de más o de menos, frente a la seguridad durante la navegación o la estabilidad del barco que a su vez se traducirá en comodidad durante el crucero. ¡Ojo con las quillas de calado reducido! ya que penalizan en prestaciones pero sobre todo en seguridad, aunque podamos acercarnos un poco más a playa esperada.
Debemos cuando menos pensar en la posibilidad del calado variable que ofrecen algunos veleros al elevar la quilla de forma hidráulica. Sin pecar en la seguridad o confort podremos varar y fondear en sitios impensables para otros veleros. Otras ventajas de la quilla retráctil es la de poder varar en marea baja para limpiar la carena, remontar ríos de poco calado, etc…


La cubierta

Por un lado están los gustos por lo estilizado y las formas limpias, más propio de barcos de regatas que de veleros oceánicos. Aquí no hay lugar a dudas. Si lo que busca es un velero oceánico con el cual hacer viajes y muchas millas, debemos buscar uno con superestructura, es decir, con cubiertas del tipo Desk Salon. Son barcos que ofrecen más espacio en interior y protegen la bañera frente al mal tiempo. Los hay más o menos bonitos, de líneas más clásicas o estilizadas. La estética también es importante ya que será su inseparable compañero de aventuras.
El modo en que esté aparejado el barco define también el tipo de cubierta. El Sloop tiene la belleza de la simplicidad, con mayor y una única vela en proa. Los Ketch suman en popa un segundo palo más pequeño. Luego existen variantes como la goleta que también es de dos palos pero con el principal en la de popa...
Compare, pregunte, déjese aconsejar y someta toda esta información a su propio juicio,.. Acabará sabiendo que es lo que desea.


El material de construcción

Cada material posee sus cualidades y sus defectos, de modo que en este aspecto tampoco existe el material perfecto. Lo que si existe es una mala o buena construcción, y es esto lo que hace las diferencias entre los barcos, más que el uso de un material u otro.
Con unos materiales conseguiremos cascos más baratos pero sólo en la partida presupuestaria del casco que representa un pequeño porcentaje del coste total del barco (del orden del 30%). En construcción en madera lo único que se utiliza actualmente (salvo algunas excepciones) es el contrachapado marino laminado con epoxi y solo en pequeñas unidades.
Sin lugar a dudas el más utilizado hasta esloras de 15 a 18 metros sigue siendo la fibra de vidrio con resina de poliéster pues ofrece excelentes cualidades. Pero existen otros interesantes materiales como el aluminio y naturalmente el  acero que sigue siendo el material más utilizado en grandes esloras y megayates por ser muy resistente fácil de reparar o de transformar. El acero necesita un tratamiento minucioso de chorreado con arena y la aplicación de distintas capas de pinturas anticorrosivas además de necesitar un mantenimiento más costoso.


 PoliésterAceroAluminioMadera
SolidezBienExcelenteMuy BienBien
CosteMedioMedio+20%Medio
MantenimientoCasi nuloNecesarioMuy pocoComplicado
Facilidad ReparaciónPosibleFácilEspecialistaFácil
Grandes ReparacionesEspecialistaFácilEspecialistaFácil
EnvejecimientoBienExcelenteMuy BienBien


El Aluminio es cada vez más utilizado ya que a igualdad de eslora consigue significativos ahorros de peso además de seguir siendo muy sólido y muy duradero. Pero requiere una mayor inversión económica en la construcción y debemos prestar un cuidado muy especial con la instalación eléctrica para evitar los antiguamente temidos problemas de corrosiones galvánicas, ya totalmente superados gracias a los buenos métodos construcción. La construcción con aluminio como la del acero requiere tener especial cuidado con los aislamientos térmicos y acústicos, para evitar condensaciones interiores y problemas con la temperatura interior o excesivos niveles acústicos.



Los “otros” materiales

La fibra de carbono tan utilizada en regatas es inviable para el aficionado normal ya que es extremadamente cara. El anticuado ferrocemento no tiene ya ninguna razón de ser, aunque algunos se empeñen en lo contrario. La construcción en acero inox es cara y no está muy justificada.
Existen otros materiales todavía más desconocidos en la construcción de cascos como el “Monel” que es una aleación de 2 partes de níquel y 1 parte de cobre junto con pequeñas partes de otros metales y que son inoxidables y también muy resistentes. Además el Monel es biocida debido al cobre por lo que será innecesario el uso de antifoulins. Su problema es el precio y la dificultad para su soldadura.
Es de esperar que en el futuro veamos cascos compuestos (no solo composites) por varios materiales que combinen metales y no metales aunando sus mejores características para dar lo mejor de cada uno de ellos.

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